ĀæY si la enfermedad no fuera lo que siempre creĆste?
- Leslie Villatoro
- 10 sept
- 4 Min. de lectura
La mayorĆa de nosotros crecimos con la idea de que la enfermedad es un error del cuerpo:un sistema inmune que se ataca a sĆ mismo, un cĆ”ncer que aparece āsin razónā, un virus que nos ataca desde afuera. Pero, Āæy si todo esto fuera una interpretación equivocada?
Lo que estÔs a punto de leer puede incomodarte, puede sonar controversial⦠pero también puede ser la pieza que te faltaba para comprender la lógica detrÔs de tu salud.

La historia de un médico que lo arriesgó todo
En los aƱos 70, un mĆ©dico alemĆ”n llamado Ryke Geerd HamerĀ vivió una tragedia: su hijo murió tras un accidente. Poco tiempo despuĆ©s, Ć©l mismo desarrolló un cĆ”ncer de testĆculo.
Lejos de resignarse, Hamer comenzó a investigar. Lo que descubrió transformó para siempre la manera de entender la enfermedad: el cÔncer no era un error ni un castigo, sino la respuesta biológica de su cuerpo a un conflicto inesperado, dramÔtico y sin solución aparente.
Asà inició su camino hacia lo que llamó las 5 leyes biológicas, principios universales que, como la ley de la gravedad, existen independientemente de que creas o no en ellas.
No son āleyes de Hamerā, son leyes de la naturaleza, que operan en todos los seres vivos: humanos, animales y plantas.
¿Qué descubrió Hamer?

Hamer nos invita a observarnos desde nuestra esencia animal y biológica. Somos parte de la naturaleza, y mientras nos sigamos separando de ella, serÔ casi imposible entender la coherencia de nuestros procesos.
Estas son algunas de sus conclusiones mƔs disruptivas:
La enfermedad no es un error, es un programa biológico especial de supervivencia.
Los sĆntomas no aparecen al azar, sino como respuestas lógicas ante conflictos.
El cuerpo no se ataca a sĆ mismo.Ā No existen las enfermedades āautoinmunesā tal como nos las enseƱaron.
Los microbios son aliados, no enemigos. Bacterias, hongos y virus participan en la fase de reparación, ayudando a construir y limpiar tejidos.
Cada enfermedad tiene un sentido biológico. No es genética, no es mala suerte: detrÔs siempre hay un conflicto.
Ejemplos que cambian la perspectiva
Imagina que pierdes tu trabajo o vives con deudas que no te permiten alimentarte bien. Para tu mente es un problema económico, pero para tu biologĆa significa: āpuedo morir de hambreā.Entonces tu hĆgado activa un programa especial para optimizar nutrientes. Lo que luego llaman āhĆgado grasoā o ācirrosis hepĆ”ticaā no es un fallo: es una adaptación.
Un tumor en el hĆgado responde a la misma lógica, pero de forma mĆ”s intensa. ĀæCĆ”ncer? No es algo malo ni bueno: es un programa con sentido.
La enfermedad empieza antes del sĆntoma
Otro de los descubrimientos de Hamer fue que la enfermedad es un proceso bifƔsico:
Fase de conflicto activo: mientras la persona vive la situación y piensa en ella, ya hay modificaciones orgÔnicas en los tejidos.
Fase de solución (vagotonia): cuando el conflicto se resuelve, el cuerpo se inflama, duele, repara. Es la etapa que solemos llamar āenfermedadā.
Por eso, la enfermedad no comienza con el sĆntoma, sino con el conflicto.
Lo que nadie se atreve a decir
ĀæY si el cĆ”ncer no se āriegaā sino que responde a un propósito?
¿Y si la fiebre no fuera un fallo, sino una señal de reparación?
¿Y si la candida, los virus y bacterias no fueran la causa de tus males, sino aliados en la recuperación?
Lo mĆ”s difĆcil de aceptar es la cuarta ley biológica: los microbios no atacan, colaboran. El cuerpo hace su propia terapia. Pero claro, el miedo a la enfermedad genera mĆ”s estrĆ©s, y ese mismo estrĆ©s complica los procesos de recuperación.
¿Qué hacemos con este conocimiento?
No se trata de rechazar la medicina moderna: en algunos casos, una cirugĆa o un tratamiento puede ser necesario. Pero tambiĆ©n es cierto que muchas veces el cuerpo se sana a sĆ mismo, y lo que necesitamos es comprender el origen del conflictoĀ que lo activó.
La vida, al final, es un desafĆo de supervivencia. Todo lo que vivimos āpĆ©rdidas, miedos, soledad, falta de territorio, carenciaā afecta a nuestro cuerpo. Y nuestra biologĆa, en vez de fallar, responde.
Cada sĆntoma que aparece en tu vida no es casualidad: trae un mensaje, una historia que aĆŗn no ha sido escuchada. Tal vez llevas tiempo preguntĆ”ndote por quĆ© repites el mismo malestar, por quĆ© los diagnósticos no terminan de darte claridad, o por quĆ© tu cuerpo sigue hablando aunque ya probaste distintos tratamientos.
La diferencia no estĆ” en sanar solamente, sino en sanar comprendiendo.

Una invitación
No tienes que creerme.
No tienes que creer en Hamer.
Las leyes biológicas existen, te gusten o no.
Lo que sĆ puedes hacer es observar tu vida y preguntarte:
¿Qué conflicto estoy viviendo?
¿Qué necesidad biológica no estÔ cubierta?
ĀæQuĆ© sĆntoma me estĆ” mostrando mi cuerpo para que lo resuelva?
Y ahora⦠¿qué hacer con lo que descubres en tu cuerpo?
Eso es justamente lo que ofrezco en mis sesiones de biodescodificación:
un espacio seguro y profundo donde te acompaƱo a mirar mĆ”s allĆ” del sĆntoma, a descubrir cuĆ”l es el conflicto biológico que lo originó y quĆ© necesidad vital sigue sin resolverse.
Porque cuando entiendes el āpara quĆ©ā de tu enfermedad, el cuerpo deja de luchar contra ti y empieza a acompaƱarte en la solución.
No necesitas abandonar tus tratamientos mƩdicos ni renunciar a lo que ya estƔs haciendo.
Lo que sà necesitas es abrir la posibilidad de entender tu enfermedad desde otra perspectiva, para que deje de ser un enigma y se convierta en un camino de liberación.
Si estĆ”s leyendo esto y sientes que tu cuerpo todavĆa guarda respuestas que no has encontrado, quizĆ” este sea el momento de dar el siguiente paso.
š± Te invito a agendar una consulta conmigo (click aquĆ y te mando la información) y descubrir juntos lo que tu sĆntoma quiere contarte.
SerƔ un gusto acompaƱarte.
Leslie Villatoro.

