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ĀæY si la enfermedad no fuera lo que siempre creĆ­ste?

La mayorĆ­a de nosotros crecimos con la idea de que la enfermedad es un error del cuerpo:un sistema inmune que se ataca a sĆ­ mismo, un cĆ”ncer que aparece ā€œsin razónā€, un virus que nos ataca desde afuera. Pero, Āæy si todo esto fuera una interpretación equivocada?

Lo que estĆ”s a punto de leer puede incomodarte, puede sonar controversial… pero tambiĆ©n puede ser la pieza que te faltaba para comprender la lógica detrĆ”s de tu salud.


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La historia de un médico que lo arriesgó todo


En los años 70, un médico alemÔn llamado Ryke Geerd Hamer vivió una tragedia: su hijo murió tras un accidente. Poco tiempo después, él mismo desarrolló un cÔncer de testículo.

Lejos de resignarse, Hamer comenzó a investigar. Lo que descubrió transformó para siempre la manera de entender la enfermedad: el cÔncer no era un error ni un castigo, sino la respuesta biológica de su cuerpo a un conflicto inesperado, dramÔtico y sin solución aparente.

Así inició su camino hacia lo que llamó las 5 leyes biológicas, principios universales que, como la ley de la gravedad, existen independientemente de que creas o no en ellas.

No son ā€œleyes de Hamerā€, son leyes de la naturaleza, que operan en todos los seres vivos: humanos, animales y plantas.


¿Qué descubrió Hamer?



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Hamer nos invita a observarnos desde nuestra esencia animal y biológica. Somos parte de la naturaleza, y mientras nos sigamos separando de ella, serÔ casi imposible entender la coherencia de nuestros procesos.

Estas son algunas de sus conclusiones mƔs disruptivas:

  • La enfermedad no es un error, es un programa biológico especial de supervivencia.

  • Los sĆ­ntomas no aparecen al azar, sino como respuestas lógicas ante conflictos.

  • El cuerpo no se ataca a sĆ­ mismo.Ā No existen las enfermedades ā€œautoinmunesā€ tal como nos las enseƱaron.

  • Los microbios son aliados, no enemigos.Ā Bacterias, hongos y virus participan en la fase de reparación, ayudando a construir y limpiar tejidos.

  • Cada enfermedad tiene un sentido biológico.Ā No es genĆ©tica, no es mala suerte: detrĆ”s siempre hay un conflicto.


Ejemplos que cambian la perspectiva


Imagina que pierdes tu trabajo o vives con deudas que no te permiten alimentarte bien. Para tu mente es un problema económico, pero para tu biologĆ­a significa: ā€œpuedo morir de hambreā€.Entonces tu hĆ­gado activa un programa especial para optimizar nutrientes. Lo que luego llaman ā€œhĆ­gado grasoā€ o ā€œcirrosis hepĆ”ticaā€ no es un fallo: es una adaptación.


Un tumor en el hígado responde a la misma lógica, pero de forma mÔs intensa. ¿CÔncer? No es algo malo ni bueno: es un programa con sentido.


La enfermedad empieza antes del sĆ­ntoma

Otro de los descubrimientos de Hamer fue que la enfermedad es un proceso bifƔsico:

  1. Fase de conflicto activo: mientras la persona vive la situación y piensa en ella, ya hay modificaciones orgÔnicas en los tejidos.

  2. Fase de solución (vagotonia): cuando el conflicto se resuelve, el cuerpo se inflama, duele, repara. Es la etapa que solemos llamar ā€œenfermedadā€.

Por eso, la enfermedad no comienza con el sĆ­ntoma, sino con el conflicto.


Lo que nadie se atreve a decir


ĀæY si el cĆ”ncer no se ā€œriegaā€ sino que responde a un propósito?

¿Y si la fiebre no fuera un fallo, sino una señal de reparación?

¿Y si la candida, los virus y bacterias no fueran la causa de tus males, sino aliados en la recuperación?

Lo mÔs difícil de aceptar es la cuarta ley biológica: los microbios no atacan, colaboran. El cuerpo hace su propia terapia. Pero claro, el miedo a la enfermedad genera mÔs estrés, y ese mismo estrés complica los procesos de recuperación.


¿Qué hacemos con este conocimiento?


No se trata de rechazar la medicina moderna: en algunos casos, una cirugía o un tratamiento puede ser necesario. Pero también es cierto que muchas veces el cuerpo se sana a sí mismo, y lo que necesitamos es comprender el origen del conflicto que lo activó.

La vida, al final, es un desafĆ­o de supervivencia. Todo lo que vivimos —pĆ©rdidas, miedos, soledad, falta de territorio, carencia— afecta a nuestro cuerpo. Y nuestra biologĆ­a, en vez de fallar, responde.


Cada síntoma que aparece en tu vida no es casualidad: trae un mensaje, una historia que aún no ha sido escuchada. Tal vez llevas tiempo preguntÔndote por qué repites el mismo malestar, por qué los diagnósticos no terminan de darte claridad, o por qué tu cuerpo sigue hablando aunque ya probaste distintos tratamientos.


La diferencia no estĆ” en sanar solamente, sino en sanar comprendiendo.

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Una invitación


No tienes que creerme.

No tienes que creer en Hamer.

Las leyes biológicas existen, te gusten o no.

Lo que sĆ­ puedes hacer es observar tu vida y preguntarte:


  • ĀæQuĆ© conflicto estoy viviendo?

  • ĀæQuĆ© necesidad biológica no estĆ” cubierta?

  • ĀæQuĆ© sĆ­ntoma me estĆ” mostrando mi cuerpo para que lo resuelva?


Y ahora… ĀæquĆ© hacer con lo que descubres en tu cuerpo?


Eso es justamente lo que ofrezco en mis sesiones de biodescodificación:

un espacio seguro y profundo donde te acompaño a mirar mÔs allÔ del síntoma, a descubrir cuÔl es el conflicto biológico que lo originó y qué necesidad vital sigue sin resolverse.

Porque cuando entiendes el ā€œpara quĆ©ā€ de tu enfermedad, el cuerpo deja de luchar contra ti y empieza a acompaƱarte en la solución.


No necesitas abandonar tus tratamientos mƩdicos ni renunciar a lo que ya estƔs haciendo.

Lo que sí necesitas es abrir la posibilidad de entender tu enfermedad desde otra perspectiva, para que deje de ser un enigma y se convierta en un camino de liberación.


Si estƔs leyendo esto y sientes que tu cuerpo todavƭa guarda respuestas que no has encontrado, quizƔ este sea el momento de dar el siguiente paso.


🌱 Te invito a agendar una consulta conmigo (click aquí y te mando la información) y descubrir juntos lo que tu síntoma quiere contarte.


SerƔ un gusto acompaƱarte.

Leslie Villatoro.



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