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8M Día Internacional de la Mujer

El Día Internacional de la Mujer, conmemora en cada 8 de marzo la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona, en pie de igualdad con el hombre.


Hablemos del Problema:


Por siglos, las mujeres hemos vivido situaciones desventajosas, atentados de seguridad incluso en nuestra propia vida, de violencia y abuso, de impunidad, esta lucha constante por los derechos que deberíamos disfrutar por el hecho de estar vivas.


No todas tenemos las mismas oportunidades, ni siquiera entre nuestro mismo género.

Hay quienes viven en desventaja cultural, económica y de libertad.



El punto es que muchos feminicidios, actos de acoso y violencia sexual son cometidos por los mismos familiares, parejas, ex parejas, hombres que la víctima conoce/ conocía. Esto llena de dolor a las víctimas, que se quedan con palabras llenas de un sufrimiento silencioso pero también llenas de impotencia porque dichas situaciones nunca alcanzan el nivel de justicia.




Al ver la descripción de los niveles del violentómetro, y poner el nombre a las cosas como son, uno se da cuenta, como mujer, que la violencia no ha estado tan alejada de nuestras vidas, y eso me conmueve, porque desafortunadamente yo misma he sido víctima de situaciones así.


Hoy comprendo que este estallamiento e indignación social no sólo se trata de feminicidios y violencia (que ya es bastante fuerte de por sí) se trata de lo que también se vive día a día en menor grado, pero no se denuncia:

inseguridad, ofensas lascivas sexuales, acoso, control, celos insanos, humillaciones, gritos, amenazas, chantajes emocionales, Ignorar, etc.




Esto me hace conectar con impotencia a una verdad:

¡Se puede prevenir! ¡Es posible impedirlo! Incluso hasta algunas historias que han terminado en muerte pudieron haberse prevenido si se hubiera actuado a tiempo ¿cómo?....

Hablemos de la Expresión del problema:


En México, mi país, hoy 8 de Marzo es un día clave en el que se realizan movimientos y manifestaciones catárticas generadas por el enojo contenido de millones de mujeres que por mucho tiempo han enfrentado estas situaciones desventajosas y han acumulado el sufrimiento sin poderle dar solución de fondo.


El fin de semana pasado tuve la oportunidad de ir al teatro a ver una increíble puesta en escena actuada por Maria Aura “Dios te hará invencible con esta espada“, el tema gira en torno a la problemática actual de violencia contra las mujeres y la no equidad de género.

Di el trago amargo NECESARIO conlleva confrontar la cruda realidad que vivimos a través de las décadas como género, pero al mismo tiempo muy satisfecha de que esta problemática esté emergiendo en espacios de expresión como medios de comunicación o el arte, donde antes pudo haber sido silenciado por la crítica y la indiferencia.


Cartel hecho por mi hija Jimena de 15 años para conmemorar este día.


Hablemos de la Solución:


Yo no quiero ser historia,

¡Yo quiero hacer la diferencia en la historia!


Podríamos hacer lo que hasta ahora se ha hecho: cerrar los ojos, hacer silencio a nuestras incomodidades de género, dejar de expresar lo que necesitamos, pero sabemos que esta historia continuará replicándose por generaciones a pesar de la modernidad del pensamiento.


Es necesario hacer una catarsis colectiva pero sobre todo cuestionarnos los mandatos de una sociedad que por precedente cultural es machista, misógina, e indolente ante la clara desigualdad que vivimos como género femenino.


Y aunque considero que la solución tendrá que ser algo dimensionalmente diferente en nuestras conductas sociales, 3 palabras poderosas podrían hacer el cambio: EMPIEZO POR MI.


Empecemos a amarnos más, a respetarnos, a saber que el amor no es dolor, a reconocer que somos valiosas y ningún hombre o ser humano puede ni podrá darnos más o menos valor del que ya tenemos.


Si no empezamos a unirnos y respetarnos entre nosotras, a apoyarnos, escucharnos, darnos unas a las otras nuestro lugar, esta “lucha” se queda en el aire, y ninguna solución tendrá continuidad.


Si las que somos madres no enseñamos a nuestras hijas su valor, sus derechos, lo que verdaderamente es el amor, el cuidado por uno mismo, y a nuestros hijos varones a cuidar a las mujeres, a amarlas y respetarlas, a darles su lugar y ayudar a la que así lo necesite… esta “lucha” seguirá siendo en balde…


Si eso no sucede desde nuestro propio universo, ningún movimiento, ninguna marcha, ni la energía invertida en hacer el cambio tendrá la trascendencia que nuestra generación busca y necesita.


El VERDADERO cambio está en nosotras, SOMOS LA EVOLUCIÓN DE NUESTROS SISTEMAS, en cada madre que educa (y obvio también en cada Padre), en cada hermana que acompaña, en cada mujer que reconoce sus necesidades y las expresa sabiendo valiosa, en cada mujer que ha vivido sufrimiento por violencia de género pero que se ha hecho responsable de transformarse y dignificarse ante una sociedad que normalmente procura lo contrario.


Lamentablemente, los trastornos mentales de los agresores no se quitarán mágicamente por más marchas o paros que hagamos, hasta que esas personas no sean capaces de auto observarse, sanar sus mentes y las heridas de sus corazones.


Solo podemos apelar a ser más vistas en nuestras necesidades de seguridad y equidad por la sociedad en la que estamos viviendo y justicia por quién trasgreda nuestros derechos.


Lo que sí, nos toca atendernos cada uno, cuidarnos, alejarnos de situaciones peligrosas, y esforzarnos por crear una mejor sociedad, SANA MENTALMENTE, con VALORES y respeto por el otro, sea hombre o mujer.


Nos toca sumar a todos y concientizarnos, reflexionar sobre el panorama real y reorientar nuestros esfuerzos hacia dónde queremos ir como sociedad, qué mundo tendrán nuestras niñas, nuestras hijas y nietas.


Nos toca denunciar, también nos toca amarnos más, respetarnos, sabiendo nuestro valor, pero sobre todo, saber que NO ESTAMOS SOLAS, porque también hay hombres buenos que nos aman y nos cuidan, que no nos dejan solas en la noche, o que nos ayudarían si los necesitamos.


Que cada mujer puede ser una compañera y un oído para recargarnos y apoyarnos. Todos podemos hacer la diferencia hoy, de hecho es parte de nuestra responsabilidad de dejar un mundo mejor de cómo lo encontramos.


Cuenta conmigo, si me necesitas. 💗

Con amor. Leslie.











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