top of page

Cuando la vida se va antes de llegar: el duelo invisible que muchas mujeres callan

Hace unas semanas, llegó a consulta una mujer con el alma hecha pedazos. La llamaremos Diana (para cuidar su privacidad) , y aunque por fuera podía parecer serena, bastó mirarla a los ojos para reconocer su profundo dolor.

Estaba atravesando una pérdida gestacional.


Tenía apenas 9 semanas de embarazo cuando lo perdió.

Y aunque para muchos eso “no era nada”, para ella ya lo era todo.

Ya había soñado cómo sería su carita.

Ya lo había anunciado a su pareja y a su hija.

Ya había sentido la transformación en su cuerpo.

Y ya lo había amado.



Perder un embarazo, sea en la semana que sea, es una experiencia profundamente movilizadora. No solo se trata de la pérdida de un bebé, sino de la pérdida de un proyecto de vida, de una parte de ti, de una identidad que comenzabas a abrazar.

Y lo más doloroso es que este tipo de duelo suele vivirse en silencio.Socialmente se minimiza, se evita, se oculta.


Frases como:

“Eras muy poquito tiempo”
“Eso pasa mucho”
“Mejor pronto y no después”

intentan aliviar… pero terminan invalidando.


¿Por qué duele tanto una pérdida temprana?


Porque no se trata solo del tiempo, sino de la intensidad emocional que se deposita en ese nuevo comienzo.Desde el momento en que una mujer sabe que está embarazada, su cuerpo, su mente y su corazón se preparan para dar vida.Y cuando esa vida no continúa, el cuerpo se queda con las hormonas del embarazo, pero sin bebé. El corazón se queda con amor acumulado, pero sin dónde depositarlo. La mente se queda con preguntas, expectativas, nombres que ya se imaginaban.


¿Qué trabajamos en terapia?


En el proceso con Diana, lo primero fue validar su dolor.

Darle espacio a su llanto.

Sostener sin juzgar.

Dejar que cada emoción tuviera permiso para salir: tristeza, enojo, culpa, miedo, vacío.


Desde allí, pudimos empezar un camino amoroso para:

🔹 Reconectarse con su cuerpo, que también queda lastimado después de una pérdida. La ayudé a volver a sentirse en él, a cuidarlo, a abrazarlo con gratitud aunque no haya podido sostener esa vida.


🔹 Honrar la existencia del bebé, por corta que haya sido.Le propuse una visualización terapéutica guiada para despedirse, imaginarse encontrándose con esa pequeña alma, agradeciendo y soltando desde el amor.


🔹 Nombrarlo. A veces, ponerle un nombre, aunque simbólico, ayuda a darle un lugar. A reconocer que existió. Que dejó huella. Que fue parte del sistema familiar.


🔹 Integrar frases sanadoras desde el enfoque de Constelaciones Familiares.


🔹 Resignificar la maternidad. Sin promesas vacías ni metas impuestas. Solo con la certeza de que sigue siendo madre, aunque no haya brazos vacíos, porque el vínculo no depende del tiempo, sino del amor.


¿Qué pasó después?


No hubo milagros mágicos ni caminos sin lágrimas.Pero hubo un proceso profundo de reconciliación consigo misma. De comprender que no falló. Que su cuerpo no es su enemigo.Que puede sentirse completa incluso sin “haber llegado al final del camino”.

Diana encontró sentido en su duelo.Decidió hacerle un pequeño altar simbólico a su bebé.

Volvió a respirar con más ligereza. A mirar hacia adelante sin olvidar lo vivido.

A permitirse reír y llorar, sin culpa.



¿Por qué es tan importante hablar de esto?


Porque muchas mujeres atraviesan estos procesos en silencio, sintiéndose solas, débiles o incluso avergonzadas.Porque el mundo nos ha enseñado a apurarnos a “estar bien” sin realmente sanar.Porque cuando no se nombra lo que duele, se queda en el cuerpo.

Y porque cada vez que una mujer se permite mirar su pérdida de frente, con amor, y acompañada, se genera una transformación interna que libera, que honra y que reconcilia.


Si tú también has pasado por esto… o si conoces a alguien:


💌 Este es un recordatorio: no estás sola.

Tu dolor es válido.

Tu historia merece ser escuchada.

Y tu proceso merece ser acompañado con respeto, amor y contención.



En mi espacio terapéutico, acompaño este tipo de duelos con una mirada holística, amorosa, profunda.

No para que olvides… sino para que puedas integrar.

No para que “pases página”… sino para que escribas la que sigue con más conciencia y menos peso.



¿Quieres comenzar este proceso conmigo?


Estoy aquí para ti.

Puedes escribirme en confianza dando click aquí.

💬 Te leo con el corazón abierto.

👉 Haz clic aquí para agendar tu sesión


Con cariño y presencia,

Leslie Villatoro

Biodescodificadora y Terapueuta Holística.

 
 
 

Comments


bottom of page