¿Te has preguntado dónde habita el verdadero amor?
Todos deseamos relaciones amorosas saludables y estables en nuestras vidas, pero las representaciones modernas que vemos en los medios de comunicación y en la redes sociales, en conjunto, no nos sirven para construir relaciones significativas y duraderas en nuestra vida cotidiana.
Siendo realistas, el entretenimiento popular quizá no podría existir sin el romance de los cuentos, con sus princesas y príncipes de Disney hasta las historias Hollywoodenses donde todo esta teñido de dramas, placer y modelos idealistas e utópicos.
Nos plantean la fantasía del romance como un escape de la realidad.
Sumémosle el espejismo de redes sociales, donde la apariencia es idealizada e irreal, y los filtros sirven para ocultar no solo las arrugas, sino dolores, frustraciones y complejos.
Generan en su mensaje la creencia ilusoria de que hay una mejor opción “afuera” que la que tenemos enfrente.
En estos tiempos estamos inmersos en proyecciones de ideales de cuerpos perfectos, vidas perfectas, de la relación perfecta, que cuando no se cumplen en nuestra vida real nos hacen caer en la frustración,. Esto nos puede hacer creer que el camino hacia el amor esta más oculto en estos tiempos…pero es que estamos buscando en el lugar erróneo.
Detrás de todas las fantasías podemos descubrir algo real y eterno, el descubrimiento personal del amor.
La mayoría de la gente experimenta que el amor no es muy permanente o confiable, que a menudo viene y se va. Incluso aún el amor mas intenso, puede convertirse en odio si la persona que amas te traiciona de manera repentina o dolorosa.
Por mucho que lo deseemos las nociones típicas del amor romántico que aprendemos no son seguras después del periodo de enamoramiento, porque el ego regresa con su propia forma de hacer las cosas y su necesidad de buscar ganar, ser el numero uno.
Para superar esta inconsistencia de amor buscamos otras formas como hacernos más deseables o intentar encontrar al único que nos amará de forma verdadera, profunda y con locura.
Todas estas estrategias terminan haciendo que el amor se vuelva más impredecible que nunca y de poco fiar, porque está cimentado en lo banal, en emociones como el miedo, la desvalorización, la frustración o enojo.
Es posible renovar el amor en tu vida pero primero date cuenta que el amor no tiene un propósito externo.
Para el Ego, el amor es como otra golosina, una de las experiencias más agradables, fuente del placer y alegría. Pero si le quitas estas cosas, ese tipo de amor se desvanece. No prospera y no edifica el alma.
En realidad el amor no tiene ningún propósito excepto el de AMAR, contiene un significado y un propósito por naturaleza propia.
Las personas más afortunadas son las que se aman y se sienten amados en sí mismas, sin la necesidad de validación del exterior o de otros, su amor irradia un tipo de alegría que es como una luz interior y un imán.
No hay ningún secreto para esto, lo que se necesita es reconectarse con su propio ser , a un nivel de consciencia más profundo que el ego, ahí donde está esa fuente inagotable de recursos, ahí habita el verdadero amor y la capacidad de amar a otros de manera sana.
Para esto sería necesario trascender nuestros antiguos apegos y dolores, las heridas del alma y de la infancia que van haciendo huecos en nuestra alma, y que solo cada uno puede sanar para volver a amar.
Por ejemplo, hay mucha gente que teme expresar el amor por miedo al rechazo, dudan de ser dignos de ser amados y se desvalorizan incluso por creer que para poder ser amados se requiere una mejor apariencia, un mejor estado socioeconómico o ser mas inteligentes. Lo que hace aún mas difícil recibir el amor.
El Ego inevitablemente entra con su inseguridad y su sentido de carencia, y hace pensar que no se posee esa virtud de ser amado.
Este estado de carencia creados por antiguas heridas , no es real, pues todos llevamos todos los recursos dentro, somos creados por el universo como seres completos.
Esa carencia debe ser reemplazada a través de la consciencia por una sensación de plenitud, antes de que el amor pueda habitar en ti incondicionalmente.
No puedes crear amor incondicional ni siquiera con las mejores intenciones del mundo, solo en tu consciencia más profunda dejas el ego atrás y experimentas un natural sentido del ser: AMAR.
El amor crece partir de la experiencia de paz interior y alegría repetidamente. Entonces, descubres que la alegría y el amor son sinónimos, son aspectos eternos e indestructibles de la consciencia, cuando esta se expande por completo.
Mientas más se expanda tu consciencia, mientras más de tus heridas están sanadas, más amor podrás dar. De esta manera tu propósito en el amor y el propósito de la vida se convierten en uno mismo. Y eso es maravilloso.
El amor emana de nuestro ser, porque somos amor.
El amor ya habita en ti, tu eres amor.
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