"La resistencia es el principal obstáculo para renovar y refrescar la mente." En este artículo te digo cómo salir de esa trampa y transformarte.
Cuando somos bebés y aprendemos a decir "No" descubrimos una poderosa palabra para resistirnos a lo que nos ordenan nuestros padres.
Con el tiempo esta palabra y este estado de resistencia puede tomar demasiado poder y control en nuestras vidas si lo permitimos, limitándonos y estancándonos como cuando nos resistimos a los cambios, a adaptarnos, o a fluir nuevas situaciones porque preferimos quedarnos en la zona de confort, que ya es bien conocida por nuestro inconsciente.
Las cosas buenas de la vida fluyen hacia nosotros naturalmente, como el cause del rió que no se detiene y brinda vida, energía y recursos. Pero si nos resistimos a fluir con la vida, jamás nos enteraremos de ellas.
Estos obstáculos se activan cada vez que te opones, que luchas contra una realidad, una idea, una situación o persona.
Muchas veces esta resistencia viene de un apego, de hacerlo " a mi modo" y oponernos al "modo de los demás", porque creemos que el nuestro es mejor, porque tenemos un apego a nuestras ideas, expectativas y a nuestras historias.
La resistencia es el filtro mental con el cuál examinamos cada nueva experiencia, para asegurarnos que no es amenazante o peligrosa, por lo que nos impide confiar y fluir.
Si resistimos a adaptarnos y abrirnos a lo nuevo o diferente, estamos censurándonos las experiencias de la vida por adelantado, intentando controlarlas desde antes de que éstas sean vividas.
Esto nos coloca en un futuro que no ha pasado, a vivir un miedo injustificado y nos impide disfrutar de nuestro presente, que se va esfumando cada segundo.
La vida no fluye frente a la oposición o la resistencia.
Lo contrario a la resistencia sería la aceptación, eso implica estar abierto, sin juicios ni expectativas, confiando.
Te invito a cuestionarte... ¿ A qué te resistes? ¿Eso ha hecho que las cosas cambien? ¿Las situaciones se han transformado por resistirlas? Desde mi experiencia como individuo y como terapeuta, he aprendido que sólo trae cansancio, por mantener una postura de oposición todo el tiempo. Por lo que no nos ayuda sentirnos mejor, a solucionar el tema, ni a vivir una vida plena, donde nos coloca a estar en constante lucha.
Rechazar una experiencia por adelantado nos limita. La aceptación requiere cultivar la cualidad de estar abierto y la tolerancia. Esto es mucho más fácil cuando realmente nos colocamos en el presente, soltando los miedos e inseguridades del pasado y renunciado a querer controlar los resultados del futuro. Cuando estamos abiertos permitimos ese flujo natural de la vida.
Es el Ego el que nos trae de nuevo la ilusión del dolor pasado a la mente presente, del peligro, de la amenaza. Pues siempre buscará acercarnos al placer o alejarnos del dolor. Y aunque parezca en un principio algo aceptable, el ego juzga con referencia a heridas y juicios del pasado que aún no están resueltos y que fueron vividos bajo otro nivel de consciencia. Eso nos dificulta vivir en el presente que nos regala un sin fin de nuevas posibilidades y caminos.
El Ego etiqueta y juzga , y nos vuelve a presentar ese juicio en el presente, sin importar cuán verdadera es la experiencia. Nos impide transformarla. El Ego controla de esta manera nuestro presente, reviviendo el pasado y removiendo esas viejas heridas sin sentido.
Así es que quizá puedes darte cuenta que cada vez que te resistes, luchas o te opones, no eres tú, es tu Ego, tu dolor del pasado engrandecido por la inseguridad.
Te invito a mirarte, revisar estas heridas y sanarlas, comprendiendo que son parte del pasado, de un Tú que ya no Es, porque ahora cuentas con un presente nuevo en cada instante para probar abrir tu mente y reescribir la historia, abriendo el flujo de la vida. Y lograr esto ya es un gran paso para la aceptación.
Esto sucederá mientras vamos soltando las actitudes de estar a la defensiva, sabiendo que la amenaza realmente viene del pasado.
Cambiando la sospecha por confianza y el control por seguridad, dejando los apegos a las historias del pasado que nos dolieron.
Cuando aprendemos a colocarnos en el verdadero presente, silenciando los pensamientos, el Ego no tiene invitación a nuestra mente, y es cuando puedes plantearte de nuevo la pregunta, escuchando la respuesta que viene de ese silencio, lleno de la verdadera sabiduría de la que ya formamos parte.
Y lo mejor de todo, es que con el tiempo, mientras vamos aprendiendo a silenciar la mente y los juicios, y vamos tomando nuestro verdadero presente, nos vamos conectando con el potencial que tiene la confianza, la aceptación y la tolerancia. Y el Ego tiene cada vez menos cabida, menos influencia en nuestra mente, en nuestras acciones y sentimientos. Es entonces cuando puedes dar la bienvenida a lo nuevo, a la creatividad, la plenitud y la evolución personal.
Esto es lo que verdaderamente nos puede llevar al camino del bienestar.
Y tú, ¿Qué estas dispuesto a aceptar hoy? ¿Contra qué renuncias resistir?
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Me encantará leer tus comentarios.
Saludos!
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