El mejor regalo de Navidad
Las luces brillan en las calles. Hay un bullicio en las plazas comerciales, familias y parejas caminando entre escaparates decorados con esferas y destellos dorados. Desde una pequeña cafetería, con una taza de café caliente entre las manos, observo el ir y venir de la gente. Algunos llevan bolsas llenas con ilusión, otros parecen atrapados en las prisas o las preocupaciones de diciembre.
Mientras disfruto el aroma del café, una pregunta se abre paso en mi mente: ¿qué me regalaré este año?
El año pasado, recuerdo haber elegido un obsequio especial para mí misma, algo tangible que en ese momento creí necesario. Pero este año, después de todo lo vivido, siento que lo que realmente necesito no lo encontraré en una tienda.
Este año, mi regalo será diferente. Será algo que venga desde lo profundo, algo que me acompañe no solo en esta temporada, sino durante toda mi vida.
Este año, he decidido regalarme amor, confianza y paciencia.
¿Por qué estos regalos? Porque cada uno de ellos ha sido una lección invaluable que la vida me ofreció en diferentes momentos de este año.
💝 Amor: Aprendí que el amor no siempre se siente suave o fácil. Hay días en los que el corazón duele y la mente se llena de dudas. Pero incluso en esos momentos, el alma sabe que hay un propósito mayor, un plan que nos guía. El amor es la fuerza que lo crea todo: nos une, nos motiva, da vida y transforma. Este año, me regalaré amor en una caja transparente, para recordarme que todo lo que amo –mis sueños, mi familia, mi vida– merece ser cuidado con ternura y dedicación.
🎁 Confianza: La vida me mostró que confiar es un acto de valentía. Significa aceptar los cambios, abrirse a lo desconocido y soltar el control, aun cuando el miedo susurra en el oído. Confiar también es tomar riesgos, perseguir los sueños con la certeza de que lo que debe suceder, sucederá. Este año, envolveré la confianza en papel dorado y la ataré con un lazo de esperanza, para recordarme que, pase lo que pase, estoy en el lugar correcto.
🍫 Paciencia: A veces olvidamos que la vida tiene su propio ritmo. Queremos respuestas rápidas, resultados inmediatos, pero la paciencia me enseñó que hay sabiduría en el tiempo que todo toma. Este año, aprendí a esperar sin luchar, a soltar mis expectativas y a disfrutar el camino tal como es. La paciencia me enseñó que las respuestas no vienen del tiempo, sino de dentro de nosotros mismos. Este año, me regalaré paciencia, acompañada de un chocolate amargo, para saborearlo lentamente, sin prisas.
Mientras el café se enfría en mi taza, sonrío al pensar en estos regalos. No tienen envolturas llamativas ni etiquetas, pero su valor es infinito.
Y ahora quiero invitarte a hacerte la misma pregunta:
¿qué regalo necesita tu corazón esta Navidad?
Quizás sea amor, confianza o paciencia. O tal vez algo más que solo tú sabes que necesitas. Sea lo que sea, que este regalo te acompañe, te inspire y te llene de luz.
Porque los mejores regalos no vienen en cajas, sino en la conexión profunda con lo que somos y lo que soñamos.
Te deseo una Navidad llena de plenitud y un año nuevo que te regale nuevas oportunidades para crecer.
Con cariño,
Leslie Villatoro. Terapia Holística
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