¡Eureka, me he encontrado!

A esta vida llegamos con necesidades y con tanta energía para buscar por todos lados con qué satisfacerlas.

Buscamos una pareja, la mejor. Un auto, el más nuevo. Un reloj, el más caro. Una casa, la más grande. Ropa la más nueva, Diplomas, trofeos, hijos, mascotas y cada vez seguimos buscando más y más...

Construimos una muralla de identidades, etiquetas, bienes materiales y relaciones que ponen un nivel de dificultad cada vez mayor en esta búsqueda.

Porque cada vez queremos "más" y "mejor"...cada vez es más difícil llenar el vacío, y es que éste, como un agujero negro, se va haciendo más grande.

Y se nos olvida que a esta vida llegamos desnudos y desnudos nos vamos.

Nos pasamos la vida entera buscando en el exterior, aquello que sólo se puede encontrar en el interior: a nosotros mismos.

Y seguimos buscando las respuestas en el mejor maestro, la última tendencia de cursos, al mejor gurú, al Best Seller o el que tiene más seguidores en sus redes sociales, -Seguro de él podré aprender cómo vivir mejor-, -Seguro él tiene la respuesta que tanto he buscado-

Pero es hasta cuando nos atrevemos a realmente ver a través de los ojos del otro, cuando podemos encontrar las respuestas, porque vemos nuestro reflejo. El reflejo de nuestras luces y sombras del que hablaba Jung. Porque es a través del otro, de mi relación o mi experiencia la que me permite aprender, crecer, reconociendo mis carencias y mis recursos. Así es que considero que el mejor maestro que puedas tener es a quien tienes a un lado: tu hermano, tu socio, tu compañero de oficina, tu vecino, tu pareja, aquella persona que en el día a día te va mostrando como espejo aquellas piedras de tu camino que solamente tu puedes mover.

¿Porqué tanta búsqueda? si contigo naces y contigo mueres, seguro lo que tanto debes estar buscando sólo está en ti.. todo lo demás es impermanente en tu vida y está sometido al caos. Tú eres el único acompañante en este viaje... y lo irónico de todo, es que muchas veces ni siquiera eres el protagonista de tu propia película.

Y cuando por fin te das cuenta, que tu eres ese protagonista, logras encontrarte. Cuando logras desconectarte es cuando realmente te conectas y te das cuenta de la verdad...

La verdad tan sencilla , que tiñe tu razón como una gota de anilina en un vaso de agua.

Te das cuenta que tu eres el sol y eres la luna, tu eres la alegría y también la sal de las lágrimas. Descubres que es tu piel la que acaricia el viento, y no el, pero a la vez, eres el viento que mueve las hojas y el tornado que destruye todo. Eres la vida y eres la muerte.

Cuando sabes la verdad, y puedes sentir que el universo entero está dentro de tu piel, y logras hacerte uno con el. Es cuando puedes decir, sentir y vivir:

<<Eureka, me he encontrado>>

Leslie Villatoro

Terapia Holística

"Fue entonces cuando, de repente, desapareció la pregunta. No había ocurrido nada, la pregunta simplemente había desaparecido.

No me dije: “¡Oh! Dios mío, ahora tengo la respuesta”. Incluso ese estado había desaparecido. Todo esto se ha terminado para mí, y esto es todo.

Nunca a partir de aquel día me dije: “Ahora tengo las respuestas a todas esas preguntas”.

Ese estado del que dije: “Es el estado” –ese estado ha desaparecido. La pregunta ha desaparecido. Se acabó. No es el vacío, no es la nada, no es la vacuidad, no es ninguna de esas cosas; de repente la pregunta desapareció, y nada más.”

U. G. Krishnamurti en, ” The Mystic of Enlighntenment”

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